Una chica de 19 años le pide a ChatGPT que le organice la rutina de estudio antes de rendir un examen. Un chico de 22 consulta a Claude cómo resumir un paper de 80 páginas. Otra joven usa la IA para hablar de una situación personal que no se anima a compartir con nadie.
No son casos aislados. Son parte de una tendencia global: la IA dejó de ser un gadget para programadores y se convirtió en un asistente cotidiano para millones de jóvenes.
El último informe de OpenAI lo confirma: en junio de 2025, el 73 % de los usos de ChatGPT fueron ajenos al trabajo. El perfil dominante son personas entre 18 y 25 años, con mayoría femenina (52 %). Las preguntas más frecuentes ya no son de código, sino de vida diaria: desde cómo cocinar algo rápido hasta cómo tomar una decisión difícil.
En paralelo, Anthropic publicó su propio reporte: miles de estudiantes universitarios usan a Claude como un tutor invisible, capaz de sintetizar libros enteros y armar resúmenes ejecutivos que antes demandaban horas .
En menos de dos años, pasamos de hablar de IA como herramienta de productividad en empresas a verla como compañero virtual, coach académico y confidente personal.
Este giro no es menor. Significa que los jóvenes —la generación que en cinco años será el núcleo del consumo global— están creciendo con la expectativa de tener un asistente inteligente siempre a mano.
Si hoy para ellos es normal preguntarle a la IA sobre su vida privada, mañana será normal preguntarle qué marca elegir, qué producto comprar, a qué empresa confiarle su tiempo y su dinero.
La IA ya desplazó al buscador en varias categorías de preguntas . Lo próximo es que desplace la publicidad tradicional como canal de confianza.
Qué significa para las marcas?
En este nuevo mapa, la mercadotecnia tradicional no alcanza. El usuario no está esperando anuncios ruidosos: está esperando respuestas confiables, coherentes y útiles. Y esas respuestas se construyen a partir de las fuentes en las que los modelos confían.
– No alcanza con visibilidad: hace falta propósito. Si la IA lee sobre vos, ¿qué narrativa encuentra? ¿Una marca con valor real o un discurso vacío?
– No basta con estar en Google: ahora hay que estar en Wikipedia, en foros, en directorios, en medios que los modelos consumen para formar criterio.
– No sirve hablar solo de producto: la IA amplifica contenido útil y citables —estudios, comparaciones, experiencias auténticas.
Lo que está emergiendo no es un marketing de interrupción, sino un marketing impecable: el que transmite valor con precisión quirúrgica y construye confianza sin pedirla.
La discusión sobre privacidad, como la reciente decisión de Anthropic de usar conversaciones para entrenar sus modelos, muestra que aún hay tensiones. Pero el cambio generacional es irreversible: los jóvenes están moldeando su vida diaria con IA, y con ello, la forma en que van a relacionarse con las marcas.
A corto plazo, las empresas deben aprender a sembrar su huella digital en las fuentes que la IA ya lee.
A mediano plazo, deberán ajustar su narrativa para que cada respuesta generada refleje su propósito.
Y a largo plazo, el reto será diseñar negocios que no solo vendan, sino que aporten valor real en un ecosistema donde la IA es la mediadora principal.
La generación que viene no busca: conversa.
Y en esas conversaciones, las marcas que transmitan claridad, propósito y utilidad van a ser las que ocupen el lugar de la confianza.

Yurman David
Co-Founder - heyfardo.com