Hubo un tiempo en que una buena idea empezaba con una hoja en blanco, un brief y un deadline. Hoy, empieza con un prompt.

Y no, no es lo mismo.
Porque un prompt no es solo una instrucción:
es un acto de traducción entre cómo pensamos y cómo las inteligencias interpretan el mundo.

En Fardo lo estamos viendo cada semana:
las agencias, startups y equipos de growth que están documentando sus prompts como parte del proceso creativo ya están operando con ventaja.

¿Por qué?
Porque entendieron que el prompting no es una herramienta.
Es una nueva forma de liderazgo creativo.

En la era pre-IA, un brief definía la dirección: quién, qué, por qué, cuándo.
Era una hoja de ruta para los creativos humanos.
Pero los modelos de lenguaje no interpretan emoción ni contexto de la misma forma.
Necesitan claridad, precisión y tono.

Eso obliga a los equipos a pensar de otra manera:
cada palabra, cada instrucción, cada matiz del prompt se convierte en una decisión estratégica.

El resultado:
los prompts dejaron de ser “inputs”
para convertirse en documentos de inteligencia creativa.

Equipos de marketing y producto ya están creando sus propios Prompt Playbooks:
guías vivas que documentan cómo piensan, cómo piden y cómo afinan respuestas de IA.

  • Agencias de contenido construyen prompt libraries que replican tono y estilo de clientes.

  • Marcas de consumo masivo usan prompts para mantener coherencia narrativa entre campañas y chatbots.

  • Equipos de growth experimentan con prompts estructurados que aceleran testing de mensajes, visuales y audiencias.

El resultado no es solo velocidad.
Es coherencia creativa a escala.

Antes, el rol del creativo era imaginar.
Ahora, también es entrenar.

Entrenar modelos, entrenar prompts, entrenar sistemas que aprendan de la intención detrás de cada idea. El nuevo creativo no solo redacta.
Diseña pensamiento.

Y eso redefine lo que significa liderar una idea:
no se trata de escribir más rápido, sino de enseñar a las inteligencias cómo traducir visión en valor.

Cómo empezar a diseñar tu Prompt System

En Fardo trabajamos con un principio simple:

No hay prompts buenos o malos. Solo prompts mal diseñados.

Y, sobre todo, no hay prompts útiles si no están documentados.

Te comparto los pasos que los equipos más avanzados ya están aplicando:

1. Documentá tus mejores prompts.

No los dejes en conversaciones sueltas o capturas de pantalla.
Guardalos en un repositorio compartido (Notion, Airtable, Miro, o incluso un Google Sheet). Etiquetá por objetivo, tono y tipo de resultado.
Un buen prompt puede convertirse en un activo estratégico de conocimiento.

2. Versionálos como briefs.

Cada prompt necesita contexto: qué buscabas, qué limitaciones tenías, qué resultado querías evitar. Un prompt sin contexto es como un brief sin objetivo.
Guardá la versión original, los ajustes y el resultado que funcionó mejor.
Así construís tu propio Prompt Intelligence System.

3. Medí el rendimiento.

No todos los prompts funcionan igual en todos los modelos.
Compará resultados entre ChatGPT, Gemini, Claude o Perplexity.
Preguntate:

  • ¿Este prompt me dio respuestas coherentes con el tono de la marca?

  • ¿Generó ideas originales o solo reformulaciones?

  • ¿Reducí tiempo real de ejecución?
    La creatividad también se mide en consistencia y velocidad.

4. Diseñá tu repositorio vivo.

Tus prompts no deberían vivir en archivos dispersos.
Creá un espacio centralizado donde todo el equipo pueda acceder, aprender y mejorar.

Ejemplo de estructura:

Prompt ID | Objetivo | Modelo usado | Resultado | Tags | Fecha | Owner | Notas

Podés hacerlo en:

  • Notion → para prompts narrativos o creativos.

  • Airtable o Coda → para prompts de producto o datos.

  • Github / GDrive → si trabajás con equipos técnicos o varios idiomas.

Convertir tus prompts en una base de conocimiento es el primer paso para escalar inteligencia organizacional.

La diferencia entre una idea y una inteligencia es la documentación.
Y lgas marcas que aprendan a documentar su pensamiento —sus prompts, sus razonamientos, su tono—
serán las que construyan la próxima generación de creatividad automatizada.

El prompting es el nuevo lenguaje del crecimiento.
Y cada palabra que usás es una inversión en cómo las inteligencias van a entender tu marca mañana.

Porque el próximo director creativo no redacta campañas.
Entrena inteligencias.

Si los prompts son los nuevos briefings, entonces el futuro del marketing no se trata de decirle a las máquinas qué hacer, sino de enseñarles cómo pensar como vos.